Quienes somos |
Los
fósiles son restos de organismos o huellas de
la actividad de organismos que vivieron en pasadas épocas.
Cuando los seres vivos mueren, las partes blandas se
descomponen rápidamente, y las partes duras desaparecen
en más o menos tiempo. Este es el proceso normal.
Sin embargo, si el ser es cubierto rápidamente
por sedimentos con propiedades físicas y químicas
adecuadas, esos mismos depósitos impiden el aporte
de oxígeno, evitan la destrucción mecánica
y frenan o detienen la descomposición.
Las conchas sólidas y esqueletos suelen entonces
permanecer, mientras que el resto pasa a formar parte
de los sedimentos y sufre la modificación que
conduce a su transformación en piedra.
Al descomponerse la materia orgánica, las partes
duras se vuelven porosas y permiten el paso de las soluciones
minerales que circulan por la roca.
Las
fosilizaciones más habituales son en carbonato
cálcico, fosfato de calcio, sílice, pirita,
limonita, hematites, ámbar, etc...
Las plantas y caparazones quitinosos aparecen carbonizados
habitualmente, ya que la celulosa en ausencia de oxígeno
se descompone en gas carbónico y metano, que
suele escapar, quedando tan solo el carbono. |
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